Bloggeando por ahí, y a eso le llamo leer algunos de mis blogs de cabecera, recapacité un poco sobre la vida cotidiana, sobre el no tener tiempo, el "deber hacer" antes del "querer hacer" y sobre el disfrute de la cotidianidad.
A menudo sucede que nos damos cuenta que dejamos de hacer cosas que queremos por hacer aquello que debemos y por la simple imposición de creer que estamos haciendo las cosas por deber no nos damos la oportunidad de disfrutar.
Sartre decía que no estamos exentos de elegir pues todo en esta vida es una cuestión de elección, incluso el suicidio, elegimos no vivir más, elegimos levantarnos para trabajar, elegimos ir a cursar, elegimos incluso hacer las cosas que "debemos" hacer, y es entonces donde entra esta paradoja del disfrute, ¿Por qué si elegimos hacer las cosas no nos damos la oportunidad de disfrutarlas?
Propongo entonces un pequeño ejercicio, recapacitar sobre la vida cotidiana: ¿Qué rescatas de todo lo que hiciste hoy? ¿Qué te gustó más? ¿Qué no te gustó? Quizás pensando un poco en todo esto podamos empezar a apreciar un poco más la vida cotidiana y encontremos que cada uno de los días que pasan nos traen nuevas enseñanzas y pequeños deleites, y que la felicidad pasa solo por una cuestión de actitud... crítica
PD: no me cansaré jamás de recordar que la crítica también puede ser buena!
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1 comentario:
Quizas a veces en necesario dejar de hacer las cosas que "debemos" por las que en realidad "queremos"...
Quizas a veces la gente tiene que entender que no siempre lo que "debemos" hacer nos hace tan felices como lo que "queremos" hacer...
Quizas, aquellos que critican que no hacemos lo que "debemos", nunca se animaron a hacer lo que "quisieron"...
Quizas, sólo quizas, algún día entenderan que es mucho más arriesgado jugarnos por lo que "queremos" hacer, que quedarnos comodamente haciendo sólo lo que "debemos"...
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