sábado, 5 de abril de 2008

A sacar entradas YA!

Los Fabulosos Cadillacs y un regreso esperado



Muchas veces se habló de este regreso. Por mucho tiempo se lo esperó. Luego de que Los Fabulosos Cadillacs tocaran por última vez en vivo por última vez en México en abril de 2002, mucho se ha hablado y rumoreado sobre una posible vuelta de la banda argentina más famosa en América Latina.

Tras varios intentos frustrados de regreso, finalmente Vicentico y Flavio Cianciarullo dieron marcha a esta vuelta tan esperada luego de seis años de ausencia arriba de los escenarios: Los Fabulosos Cadillacs volverán al ruedo y lo harán a partir de noviembre con una gira que los llevará a toda América Latina, España y los Estados Unidos.

Tras la muerte de Toto Rotblat, percusionista original de la banda, los Cadillacs se vieron forzados a modificar su formación para este regreso tan esperado. Finalmente, la integrarán Vicentico (voz), Flavio Cianciarullo (bajo), Fernando Ricciardi (batería), Sergio Rotman (saxo), Daniel Lozano (trompeta) y Mario Siperman (teclados). No será la partida el guitarrista Ariel Minimal y quién lo reemplazará continúa siendo un misterio.

Según informa el diario Clarín en su edición impresa del día de hoy, los integrantes de los Fabulosos Cadillacs firmaron un contrato con la discográfica Sony BMG para realizar un disco nuevo con versiones nuevas de antiguos éxitos y por lo menos dos canciones inéditas.


¿¿QUIEN ME ACOMPAÑA??

Yo digo que las estrellas le dan gracias a la noche

Todas las noches miro el cielo en búsqueda de ciertas estrellas.
Son, para mi, lo más hermoso que hay en la vida. Y alguna noche elegí compartir algunas de ellas y esa noche descubrí lo maravilloso que puede ser compartir aquellos pequeños detalles que hacen nuestra vida un poco mejor.
inténtenlo.
No hay nostalgia peor, que añorar lo que nunca jamas sucedió.



Yo nací y crecí bajo las estrellas de la cruz del sur.
Vaya donde vaya, ellas me persiguen. Bajo la cruz del sur, cruz de fulgores, yo voy viviendo las estaciones de mi suerte.
No tengo ningún dios. Si lo tuviera, le pediría que no me deje llegar a la muerte: no todavía. Mucho me falta andar.
Hay lunas a las que todavía no ladré y soles en los que todavía no me incendié. Todavía no me sumergí en todos los mares de este mundo, que dicen que son siete, ni en todos los ríos del paraíso, que dicen que son cuatro.
En montevideo, hay un niño que explica:
- Yo no quiero morirme nunca, porque quiero jugar siempre.
"Las Huellas digitales" Eduardo Galeano, El Libro de los abrazos.