miércoles, 23 de julio de 2008

Jugar por Jugar y Cambiar

Por qué poner el cuerpo?
Romper con las estructuras nunca es fácil, menos cuando intentamos hacerlo dentro de aquellos ámbitos en los que las estructuras están determinadas por años de vigencia. Sin embargo, las mejores producciones se pueden lograr cuando abrimos nuestras mentes y corazones a nuevas emociones y nos permitimos reír, jugar y poner el cuerpo, en de lugares que han prohibido la felicidad y los espacios recreativos, como la escuela, facultad y lugares de trabajo.

Por qué jugar?
Porque es la mejor forma de desestructurarnos. Porque el juego saca lo mejor de nosotros, nos hace compartir a través del cuerpo y de las risas. No es fácil, menos cuando nos han enseñado para estar en silencio, quietos y sin molestar.
Jugar implica todo eso. Jugar significa molestar al otro para que se prenda con nosotros a ver la realidad con ojos de niño y a contarla con esa risa que sale de la panza y deja sensación de mareo.

Por qué hacer todo esto?
Porque es importante empezar a rescatar lo mejor de nosotros: la felicidad, las ganas de compartir, la falta de vergüenza, las ganas locas de jugar y correr y saltar, pero sobre todo la risa, que es el mejor antídoto para la realidad.
Jugar para romper con las estructuras de la cotidianeidad no es fácil y es un proceso que lleva años de aprendizaje y perdida de la vergüenza…pero cuando nos entregamos a estas actividades maravillosas nos redescubrimos en la alegría, encontrando al otro parado en una situación de igualdad. Jugar es poder comprender que hay una realidad diferente, que hay otra forma de ver los problemas, la cotidianeidad y el mundo que nos rodea, porque jugar dentro de un aula o de una oficina, poner el cuerpo en movimiento y relajarnos ayuda a que la mente se abra y la imaginación vuele…

Jugar para deshinibirnos, reír para pensar, poner el cuerpo para cambiar, de eso se trata todo