viernes, 5 de septiembre de 2008

Alegría de la tristeza

En las viejas telarañas de la tristeza

suelen caer las moscas de sartre

pero nunca las avispas de aristófanes



uno puede entristecerse

por muchas razones y sinrazones

y la mayoría de las veces sin motivo aparente

sólo porque el corazón se achica un poco

no por cobardía sino por piedad



la tristeza puede hacerse presente

con palabras claves o silencios porfiados

de todas maneras va a llegar

y hay que aprontarse a recibirla



la tristeza sobreviene a veces

ante el hambre millonaria del mundo

o frente al pozo de alma de los desalmados



el dolor por el dolor ajeno

es una constancia de estar vivo



después de todo / pese a todo

hay una alegría extraña / desbloqueada

en saber que aún podemos estar tristes

miércoles, 23 de julio de 2008

Jugar por Jugar y Cambiar

Por qué poner el cuerpo?
Romper con las estructuras nunca es fácil, menos cuando intentamos hacerlo dentro de aquellos ámbitos en los que las estructuras están determinadas por años de vigencia. Sin embargo, las mejores producciones se pueden lograr cuando abrimos nuestras mentes y corazones a nuevas emociones y nos permitimos reír, jugar y poner el cuerpo, en de lugares que han prohibido la felicidad y los espacios recreativos, como la escuela, facultad y lugares de trabajo.

Por qué jugar?
Porque es la mejor forma de desestructurarnos. Porque el juego saca lo mejor de nosotros, nos hace compartir a través del cuerpo y de las risas. No es fácil, menos cuando nos han enseñado para estar en silencio, quietos y sin molestar.
Jugar implica todo eso. Jugar significa molestar al otro para que se prenda con nosotros a ver la realidad con ojos de niño y a contarla con esa risa que sale de la panza y deja sensación de mareo.

Por qué hacer todo esto?
Porque es importante empezar a rescatar lo mejor de nosotros: la felicidad, las ganas de compartir, la falta de vergüenza, las ganas locas de jugar y correr y saltar, pero sobre todo la risa, que es el mejor antídoto para la realidad.
Jugar para romper con las estructuras de la cotidianeidad no es fácil y es un proceso que lleva años de aprendizaje y perdida de la vergüenza…pero cuando nos entregamos a estas actividades maravillosas nos redescubrimos en la alegría, encontrando al otro parado en una situación de igualdad. Jugar es poder comprender que hay una realidad diferente, que hay otra forma de ver los problemas, la cotidianeidad y el mundo que nos rodea, porque jugar dentro de un aula o de una oficina, poner el cuerpo en movimiento y relajarnos ayuda a que la mente se abra y la imaginación vuele…

Jugar para deshinibirnos, reír para pensar, poner el cuerpo para cambiar, de eso se trata todo

sábado, 12 de julio de 2008

Lo esencial no se ve por distraccion...

Todos los seres de este planeta necesitamos una reafirmación constante del amor, el tema se complica porque se trata de algo necesario pero tabú. Ya planteé en otra entrada que el amor es un tema prohibido socialmente y sobre el temor a decirlo, ahora pensemos un poco en esta necesidad de reafirmación constante.
Me llama un poco la atención el hecho de necesitar escuchar seguido que nos quieren, casi como que si no nos lo dijeran implicara necesariamente que no nos quieren, pero como todos sabemos las palabras sin acción no son nada, más allá de que la comunicación se pueda entender como acción para ciertos autores, a los hechos me remito al decir que creo que a ningún ser humano le alcanza con las palabras llegado cierto momento.
La magia de demostrar amor sin embargo, no esta solo en decirlo y demostrarlo, no se engañen, sino de hacerlo sin resultar pesados y en la forma justa. Y allí la mayor complicación para la reafirmación y el complejo de los seres humanos… ¿es posible complacer a todos sin afectar nuestra psiquis??
Es posible ser menos complicados, dejar nuestros temores de lado y empezar a descubrir en las pequeñas acciones diarias el amor?
Por más lindo que es escuchar que no s quieren, recibir una flor o una carta, también es importante saber ver en lo cotidiano el esfuerzo que requiere mantener viva la llama del amor. Desde decir “te quiero” ,”te amo” o “te extraño”, hasta darnos cuenta cuando alguien nos tiene en cuenta para tomar mates, llorar en nuestro hombro y reír juntos. Es esa, para mí, la verdadera y constante reafirmación del amor… solo es cuestión de poder ver el elefante…

Cuando tenía seis años, vi una vez un extraordinario dibujo en un libro que trataba sobre el Bosque Virgen, llamado "Historias Vividas". La lámina expresaba nada menos que una serpiente boa tragándose a una fiera.
El libro decía: "Las serpientes boas capturan a sus presas y las tragan enteras, sin masticarlas. Esto, no les permite moverse y duermen durante los seis largos meses en que transcurre la digestión." Es entonces que pensé mucho sobre las aventuras de la selva y un buen día, tomé un lápiz de color y logré mi dibujo número 1. Era así:



Decidí mostrar mi primera obra maestra a la gente grande, y pregunté si mi dibujo les asustaba.

-"Por qué nos asustaría un sombrero?"-, me respondían.

Pero mi dibujo, no representaba en verdad a un sombrero. Expresaba una serpiente boa que había tragado a un elefante.

Decidí entonces dibujar el interior de la serpiente boa a fin de que los adultos comprendieran, ya que siempre necesitan explicaciones. Así quedó logrado mi dibujo número 2: